Mientras la sequía, y ya sólo a la espera de las deseadas lluvias de primavera, sigue su temible largo ciclo, por fortuna buena parte de la provincia, incluidos Añover de Tajo y la capital toledana, se preparan para solucionar posibles problemas de abastecimiento.
Casi sin hacer ruido, desde hace varios meses pesadas máquinas abren profundas zanjas e instalan kilómetros de tuberías a través de diversos términos municipales. Se trata de la tubería que reforzará el abastecimiento de agua potable para los pueblos de La Sagra y Toledo capital, en total una población de alrededor de 300.000 habitantes, procedente del embalse de Almoguera (Guadalajara) en el Alto Tajo.
El proyecto, que ronda los cien millones de euros, conduce el agua desde la estación de tratamiento de Noblejas, la lleva a otro depósito regulador situado en Seseña y desde allí se reparte para La Sagra y con final de trayecto en el depósito de Buenavista de Toledo capital. Se trata de la zona de la provincia de mayor crecimiento poblacional, de ahí que sea fundamental asegurar el abastecimiento necesario ante el seguro aumento de población en muchos de los municipios afectados.
La obra apenas si se ve, salvo en algunos tramos, desde las carreteras, pero con un paseo por los caminos se aprecian profundas zanjas y numerosas arquetas para las válvulas y estaciones de reparto. Ya hay muchos kilómetros de tuberías instalados, pero aún quedan varios tramos y pasos subterráneos. Las obras, según los plazos establecidos, deberían terminar a finales del verano, por lo que, tras las oportunas pruebas, el agua podrá llegar a su nuevo destino a finales del presente año.
Esta vital infraestructura se está ejecutando en tres fases. Una de instalación de 22 kilómetros de tubería desde Colmenar de Oreja hasta Seseña, más otros 12 kilómetros entre los depósitos de Seseña y Esquivias. Otra fase consiste en la construcción de una Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) en el término municipal de Seseña y de otro depósito regulador en Esquivias. Otra fase es la instalación de 60 kilómetros de tuberías, entre la línea principal y los ramales secundarios, que arrancan del depósito de Esquivias y tras atravesar la Sagra Baja terminan en los depósitos de Palomarejos-Buenavista de Toledo capital.
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